México tuvo un año récord para las instalaciones fotovoltaicas en 2018. ¿Qué necesitará para continuar con este impresionante ritmo de instalación?
Ante el nuevo panorama político, es fundamental seguir contando con reglas del juego que privilegien un ambiente de certidumbre que permita impulsar las inversiones en el sector de la generación eléctrica por participantes privados nacionales e internacionales. En particular, en materia de generación solar fotovoltaica, se deberá insistir en el cumplimiento de las metas de generación limpia comprometidas por México en el Acuerdo de París y la mitigación del uso de combustibles fósiles importados.
¿Cuáles son algunos de los programas o políticas más prometedoras que apoyarán el futuro del desarrollo solar en México? ¿Cómo cree que el enfoque actual del gobierno impactará en el mercado y cómo podría cambiar esto?
En el mediano plazo, se espera que la mayor parte de las inversiones en proyectos de energías renovables privados se puedan canalizar a través del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Por ello resulta indispensable, en el corto plazo, fortalecer el funcionamiento del MEM con políticas públicas que mejoren su transparencia en la formación de precios marginales eficientes. Tenemos entendido que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se encuentra trabajando en reglas que apuntan hacia este objetivo. La permanencia del MEM es fundamental para el desarrollo de las energías renovables en México. Hasta ahora no tenemos conocimiento que el actual gobierno tenga intenciones de desmantelar este mercado.
¿Cómo pueden los inversionistas internacionales acercarse al mercado mexicano? ¿Qué valor pueden ofrecer las empresas locales para garantizar el éxito de proyectos potenciales?
Por su posición geográfica, México es un país altamente atractivo para la energía solar, ya que 85% del territorio es óptimo para generar energía solar ya sea a través de proyectos de gran escala o de generación distribuida. Por otro lado, la demanda eléctrica nacional está creciendo a un promedio anual de 3.2%. Lo anterior hace propicio el desarrollo de proyectos fotovoltaicos en prácticamente todo el país. Mi principal recomendación para inversionistas internacionales interesado en México es desarrollar rápidamente una presencia permanente en el país. Para acelerar este proceso, resulta ideal establecer asociaciones estratégicas con jugadores locales a fin de minimizar el time-to-market al desarrollo de oportunidades reales de proyectos rentables.
¿Cuáles son sus predicciones personales para el futuro del mercado solar mexicano en los próximos 12 meses?
El crecimiento anual esperado es de alrededor de 2.5 GW de capacidad instalada solar en México, tanto de gran escala como de generación distribuida. Con la llegada de la nueva administración es probable que esta dinámica se ralentice un poco, en tanto se dan a conocer las nuevas políticas públicas en el sector. Sin embargo, confiamos en que la energía solar mantendrá su tendencia de crecimiento en el largo plazo, y seguirá fortaleciéndose como lo ha venido haciendo hasta ahora.
Qué pasos deberán tomarse para alcanzar las metas de energía renovable del 35 por ciento de México para el año 2024?
La competitividad de las energías renovables en México es el principal vehículo para lograr dichas metas. Por ejemplo, en la tercera subasta un proyecto solar se asignó con un precio de 18.93 US$/MWh, lo que constituyó un record mundial. Hacia adelante,el fortalicimientodel Mercado Eléctrico Mayorista detonará proyectos rentables a precios altamente competitivos, lo que seguirá aportando a la diversificación del portafolio de generación de energía. Asimismo, la puesta en marcha de los proyectos solares que están en construcción –alrededor de 9 GW de capacidad total instalada hacia el 2021– contribuirá también al cumplimiento de las metas adquiridas por México en el Acuerdo de París.
Qué tendencias tecnológicas están configurando la cadena de suministro solar global? ¿Cómo afectará esto a los despliegues domésticos?
En el mediano plazo, la tecnología de almacenamiento de energía a gran escala será fundamental para promover el crecimiento de la energía solar y también para optimizar la frágil red de transmisión del sistema eléctrico nacional. La estabilidad de la red se hará más crítica en los próximos años y las soluciones de almacenamiento con baterías de gran escala (BESS) serán esenciales para la expansión de las energías renovables en la matriz de generación a nivel nacional. Por su parte, la generación distribuida en el sector comercial e industrial (C&I) experimentará un crecimiento sin precedentes ante la perspectiva de tarifas crecientes y posibles interrupciones del suministro eléctrico.